No eligieron cualquier día...
Muchos suelen buscar el sol, las flores, la primavera o el calor para decir "SI"…
Muchos suelen buscar el sol, las flores, la primavera o el calor para decir "SI"…
Era 10 de Noviembre. La mañana se
levantaba fría y habíamos quedado al alba… Ella sabía lo que quería, y yo… yo
también. Aquel día no era, tampoco, cualquier día para mí. Arrancaba difícil en
mi vida por una cuestión particular…pero utilicé esa energía para echar el
resto como si de una batalla épica se tratara.
Nos encontramos en la puerta del salón y sonreímos… cada cual tenía sus nervios a flor de piel. Mi reto se terminaba, y en su vida se escribía un principio. Casi por obra de magia yo era
consciente de que con mis manos debía darle el relevo desde mi "final" hacia su "comienzo".
Aquella mañana Elena llegaba
rodeada de un Aura especial. Su piel, su pelo… lucían radiantes y eso me gustó
porque me ponía las cosas fáciles. Creo fírmemente que las novias experimentan una
catarsis transitoria en el día de su boda. La felicidad que sienten por el
acontecimiento que van a vivir, se nota en su físico.
No queríamos hablar demasiado, nos mirábamos y entendíamos lo que nos traíamos entre manos. Yo quería empezar a trabajar y ella se sentía deseosa de estar lista…
No queríamos hablar demasiado, nos mirábamos y entendíamos lo que nos traíamos entre manos. Yo quería empezar a trabajar y ella se sentía deseosa de estar lista…
Mientras ambas dábamos el resto,
las notas de la torre de la Iglesia nos servían de banda sonora. Aquella mañana
las campanas sonaban por ella…
(Fotografía: La Carnicería Gráfica)
Eran las 10:30 de la mañana y
nuestro reto llegó a su comienzo-final. Viéndola marchar y dadas las
circunstancias personales que yo vivía aquel día, se escapó de mí una
sonrisa y me vino a la cabeza una
frase de la romántica película “El Cuervo”, que me hizo sentir muy muy feliz:
“Los edificios arden, las personas mueren pero el
amor verdadero es para siempre” Alfonso y Elena (10 de Noviembre del 2012)
Aquí termina el cuento “Un final feliz con
sabor a reto” y no existe ningún cuento sin su moraleja. Esta es la mía: “La belleza es una
cuestión de actitud, si te sientes bien, si estás feliz en tu interior todo el
mundo te verá radiante”
Soraya :-)
Agradecimientos:
Elena y Alfonso por prestarse a esta historia para mi Blog.
Elena: A tí especialmente por permitirme formar parte de tu sueño.
La Carnicería Gráfica: Sois absolutamente geniales inmortalizando
sentimientos.